viernes, junio 07, 2013

Primeras damas hacen de la política una telenovela

Desde la primera visita que hizo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a China como mandatario de Estado en abril pasado, para participar en el Foro de Boao para Asia 2013, no solamente hubo química entre él y su homólogo chino, Xi Jinping, sino también entre sus esposas.

La empatía entre las primeras damas no fue producto de la casualidad, ambas tienen muchas cosas en común: sus familias son de origen humilde, trabajaron desde jóvenes en el mundo del espectáculo, se casaron con hombres poderosos, llegaron a ser más famosas y populares que sus maridos, lo que a su vez los benefició políticamente, son guapas, carismáticas, se distinguen por su buen gusto para vestir y gustan de las telenovelas.

Peng Liyuan, la Primera Dama de China, es una cantante famosa en todo el país, una soprano que interpreta ritmos folclóricos y patrióticos. Su carrera artística la comenzó a los 18 años, cuando se unió como soprano al grupo de artistas del Ejército Popular de Liberación, el brazo armado de China.

Foto tomada de Internet

Sin embargo, Peng Liyuan debe su popularidad a la televisión, igual que Angélica Rivera. En 1983, cuando tenía 23 años, Peng saltó a la fama cuando cantó en un festival musical que se realizó para celebrar el año nuevo chino que, por primera vez, fue televisado. Gracias a esa transmisión a nivel nacional, China conoció a Peng.

Por cierto, aquel festival fue tan exitoso que cada año se sigue realizando. Por supuesto, Peng participó en él durante 24 años, lo que le ayudó a consolidar su carrera.

Foto tomada de Internet

Hoy en día, ver la gala musical se ha convertido en una tradición. Millones de familias chinas se sientan frente al televisor en la víspera del año nuevo lunar para disfrutarla, mientras comen jiaozi (empanadas de trigo rellenos de carne picada o verduras) y esperan la llegada del nuevo año.

Tanto Peng como Angélica Rivera eran figuras consolidadas en el mundo del espectáculo cuando se casaron con los hoy presidentes. Por eso, muchos pensamos que estos matrimonios son arreglados, una excelente estrategia política para sumar seguidores, quienes más que simpatizar con el candidato, su causa o discurso, simpatizan con estas mujeres a las que han visto tantos años en televisión. No cabe duda que la pantalla chica es una gran seductora.

Aún vivía en México cuando Televisa, la compañía de medios de comunicación más grande del mundo de habla hispana, y donde Angélica Rivera se formó como actriz, “creó” una telenovela entre Rivera y Peña Nieto que tocó el corazón de miles de mexicanos. Muchos se enamoraron de esta “historia de amor” construida por Televisa y depositaron su voto en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al cual pertenece el mandatario mexicano.

Estas historias de telenovela son las que encendieron la chispa entre las primeras damas. No tengo la menor duda de que antes de conocer a Angélica Rivera en persona, Peng Liyuan ya había visto varios de sus protagónicos.

En 2010, por ejemplo, en China se transmitió “Destilando amor”, una telenovela donde Rivera tenía el sobrenombre de “Gaviota”. Se trataba de una mujer de origen humilde que, gracias a su tesón, llegó a ocupar cargos importantes en una empresa productora de tequila.

En China se llamó 爱在酒乡, que se traduce como “Amor en la tierra del vino”, ( amor en vino tierra), y tuvo 80 capítulos. 
Foto tomada de Internet
Les comparto esta liga para que vean uno de los capítulos de "Destilando amor" doblados al chino mandarín.


Aunque las primeras damas tuvieron que alejarse del mundo del espectáculo al casarse con un político, Peng Liyuan no pudo resistir la tentación de visitar los foros de los estudios Televisa en su reciente visita a México, donde se rodaron las telenovelas que seguramente también vio. 

Foto tomada de Internet

Sin embargo, considero que detrás de su visita se escondía una segunda intención: conocer cómo el emporio Televisa ha logrado traspasar las fronteras con sus telenovelas, colocando la imagen de México en el escenario internacional.

Y es que, nos guste o no a los mexicanos, muchos extranjeros conocen nuestro país gracias a ellas y hasta aprenden palabras en español. Su influencia es más fuerte de lo que imaginamos, ya luego dedicaré otra entrada para hablar de ello.

China será la segunda potencia económica, pero su soft power aún es muy débil. A diferencia de Estados Unidos, que logró imponer su cultura en el mundo gracias a la industria cinematográfica, las series televisivas, la música, las marcas de prestigio y las empresas transnacionales, China no han logrado colocar una marca con la que el mundo se sienta identificado, de ahí que le estén apostando a las telenovelas chinas para dar a conocer su cultura.

Al menos a Latinoamérica ya se están exportando. Así que no duden que en breve estarán viendo rostros chinos, de cuyos labios salgan palabras dobladas al español mexicano.


miércoles, junio 05, 2013

México y China, un romance que apunta a matrimonio


Hace exactamente dos meses estaba en Hainan, una provincia insular de China, cubriendo el Foro de Boao para Asia 2013, en donde participó el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a invitación de su homólogo Xi Jinping.

Dicho gesto me pareció un buen acercamiento para ir sanando una relación que andaba en la cuerda floja, con heridas del pasado ocasionadas por varios factores, entre ellos la reunión que alguna vez sostuvo el ex presidente Felipe Calderón con el Dalai Lama, jefe espiritual del budismo tibetano.

Lo mejor de todo en que Xi y Peña decidieron no comprar problemas ajenos, y como presidentes recién elegidos optaron por el “borrón y cuenta nueva”. Además, Xi sabe que su homólogo pertenece a otro partido político (Partido Revolucionario Institucional) que si algo hay que reconocerle es su manejo de las relaciones diplomáticas.

Lo que nadie se esperaba es que en ese reencuentro entre México y China en abril pasado hubo un coqueteo que derivó en enamoramiento, pues han transcurrido sólo dos meses y ambos mandatarios dejaron del lado el océano que los separa para volver a reunirse. 

Foto tomada de la página web de Radio Internacional de China
 
A diferencia de la visita que hizo Peña a China, la de Xi Jinping es de Estado y ya se firmaron acuerdos importantes en materia de minería, infraestructura, energía y educación. Por cierto, de 40 becas que antes se ofrecían a estudiantes mexicanos para estudiar en China, ahora se otorgarán 300.

Cuando otros países sudamericanos estaban sacándole provecho a la bonanza de China, México estaba durmiendo en sus laureles, parece que ya va despertando. Y si este enamoramiento apunta a un matrimonio, México debería ir escribiendo sus capitulaciones matrimoniales, estableciendo en primer lugar las plataformas para nivelar la balanza comercial que existe a favor de China, un tema que tenemos pendiente.

Cuando entrevisté a Peña Nieto en el Foro de Boao para Asia me dijo que Xi Jinping había mostrado una gran disposición para estrechar la relación con México y que sólo faltaba el compromiso y la voluntad política del gobierno mexicano para trabajar en la ruta del acercamiento. Todo indica que esta disposición se está dando. Los cimientos están colocados, falta construir el edificio completo. México tiene un gran reto por delante.

Y si bien es cierto que falta mucho y tenemos grandes desventajas para competir con China, al menos México se ha dado la oportunidad de coquetear con Asia, cuando sólo tenía ojos para mirar a su eterno enamorado Estados Unidos.