lunes, febrero 18, 2013

Las Ferias de los Templos, expresión popular de arraigo milenario


No me dejarán mentir: en la mayoría de los países existe un barrio chino, por lo que el Año Nuevo lunar nunca pasa desapercibido. Pero una cosa es festejarlo en nuestro país, con un estilo adaptado a la cultura propia, y otra es cómo lo festejan en China.

Recuerdo que en mi primer Año Nuevo esperaba ver en las calles las danzas del dragón o del león que había visto en el Barrio Chino de la Ciudad de México, pero me quedé esperando. Beijing se había convertido en una ciudad fantasma porque gran parte de sus habitantes habían regresado a sus provincias para pasar la fiesta más importante del año con su familia.

En aquel entonces me resultaba difícil creer que en una fiesta tan especial para el pueblo chino no hubiera otra forma de celebrar en Beijing, fue así como conocí las ferias de los templos.

Como todo en China, las ferias de los templos, “miaohui” en chino mandarín, cuentan con una larga tradición, pues se remontan al año 1000, cuando eran llamadas “Paseos de primavera”. Desde entonces, visitar las romerías ha sido parte del entretenimiento de los chinos durante las vacaciones del Año Nuevo lunar.

¿Por qué se realizan en los templos? En tiempos antiguos, durante algunas festividades religiosas como el aniversario del nacimiento de Sakyamuni, fundador del budismo, los comerciantes comenzaron a instalar sus puestos de venta alrededor de los monasterios. Además del comercio, en las ferias se realizaban representaciones artísticas y juegos tradicionales.

¿Qué caracteriza a estas ferias? La alegría de un pueblo que después de rendirle culto a sus deidades disfruta en comunidad de la verbena, que se caracteriza por los espectáculos, juegos tradicionales y los antojitos.  Estas ferias reflejan el folclor popular de la cultura china.

El tang hu lu es la golosina más emblemática de Beijing en invierno. 
 Se trata de una brocheta de frutas cubierta de caramelo.
 Foto: Gabriela Becerra


Los pinchos o brochetas de cordero son los antojitos
 favoritos de los beijineses.
Foto: Gabriela Becerra

Las ferias de los templos inician el primer día del Año Nuevo y concluyen una semana después. En Beijing podemos encontrar varias, aquí sólo mencionaré las que he visitado.

En este Año de la Serpiente participé de la feria del Templo de Changdian, que lleva realizándose más de 400 años. Desde sus inicios, Changdian ya superaba a las demás ferias en atractivos y duración. De hecho, llegó a ser reconocida como la única feria oficial durante la Fiesta de la Primavera.
Los chinos acuden en familia a las ferias.
Foto: Gabriela Becerra


Este año en la feria de Changdian hubo un parque de nieve 
para que los pequeños se divirtieran a lo grande. 
Foto: Gabriela Becerra



Este año también asistí al templo Tan Zhe Si, que está situado en las montañas del oeste de Beijing y tiene una historia de mil 700 años. Cuenta la leyenda que primero se construyó este templo budista y, tras él, Beijing. Incluso, Tan Zhe Si llegó a ser considerado como uno de los templos más importantes del país.

Una de las cosas que más me gustaron de este templo es que conserva su autenticidad y que los monjes budistas todavía realizan ceremonias religiosas.

Los devotos elevan sus oraciones para pedir sus deseos de Año Nuevo
o agradecer las súplicas escuchadas. Foto: Gabriela Becerra

Una chica toca una tabla de madera con el 
carácter chino que expresa felicidad. 
Foto: Gabriela Becerra


Este árbol tiene una edad de más mil años
 y es conocido como el “árbol del emperador”. 
Foto: Gabriela Becerra

La feria del Templo Ditan fue la primera a la que asistí y me decepcionó un poco, quizá porque no observé ningún elemento de la cultura tradicional china, sólo decenas de puestos ambulantes que ofrecían productos ajenos a la festividad, juegos de azar y destreza, y antojitos típicos. Además, estaba a reventar de gente porque era el primer día del Año Nuevo.

Que esta feria me haya decepcionado no significa que carezca de importancia. De hecho, es una de las más concurridas de Beijing desde 1985. Para visitar esta feria recomiendo consultar antes la programación de actividades culturales, ya que se presentan algunos espectáculos de artes marciales, acrobacias, ópera de Beijing y danzas folclóricas.


La feria de Ditan es una de las más concurridas de Beijing.
 Foto: Gabriela Becerra

Otro templo que visité en mi primer año de estancia en Beijing fue el Templo Baiyunguan, que significa “Templo de la Nube Blanca”. A diferencia del Templo Ditan esta feria me resultó muy atractiva, ya que es la única que realmente se realiza dentro de un templo y puede ver cómo los creyentes quemaban incienso, elevaban sus oraciones, tocaban el “mono de piedra” y frotaban con las manos su animal zodiacal para atraer buena suerte.

Los visitantes tocan un mono de piedra que se encuentra en una de
 las paredes de la entrada del Templo Baiyunguan para atraer la buena suerte. 
 Foto: Gabriela Becerra

Para alejar las malas vibras, los creyentes también acarician 
su animal del zodiaco chino.  Foto Gabriela Becerra