No me dejarán mentir:
en la mayoría de los países existe un barrio chino, por lo que el Año Nuevo
lunar nunca pasa desapercibido. Pero una cosa es festejarlo en nuestro país, con
un estilo adaptado a la cultura propia, y otra es cómo lo festejan en China.
Recuerdo que en mi
primer Año Nuevo esperaba ver en las calles las danzas del dragón o del león
que había visto en el Barrio Chino de la Ciudad de México, pero me quedé esperando.
Beijing se había convertido en una ciudad fantasma porque gran parte de sus habitantes
habían regresado a sus provincias para pasar la fiesta más importante del año con
su familia.
En aquel entonces me
resultaba difícil creer que en una fiesta tan especial para el pueblo chino no
hubiera otra forma de celebrar en Beijing, fue así como conocí las ferias de
los templos.
Como todo en China,
las ferias de los templos, “miaohui” en chino mandarín, cuentan con una larga
tradición, pues se remontan al año 1000, cuando eran llamadas “Paseos de
primavera”. Desde entonces, visitar las romerías ha sido parte del
entretenimiento de los chinos durante las vacaciones del Año Nuevo lunar.
¿Por qué se realizan
en los templos? En tiempos antiguos, durante algunas festividades religiosas
como el aniversario del nacimiento de Sakyamuni, fundador del budismo, los
comerciantes comenzaron a instalar sus puestos de venta alrededor de los
monasterios. Además del comercio, en las ferias se realizaban representaciones
artísticas y juegos tradicionales.
¿Qué caracteriza a
estas ferias? La alegría de un pueblo que después de rendirle culto a sus
deidades disfruta en comunidad de la verbena, que se caracteriza por los espectáculos, juegos tradicionales y los antojitos. Estas ferias reflejan
el folclor popular de la cultura china.
El tang hu lu es la golosina más emblemática de Beijing en invierno.
Se trata de una brocheta de frutas cubierta de caramelo.
Foto: Gabriela Becerra
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Los pinchos o brochetas de cordero son los antojitos favoritos de los beijineses. Foto: Gabriela Becerra |
Las ferias de los
templos inician el primer día del Año Nuevo y concluyen una semana después. En
Beijing podemos encontrar varias, aquí sólo mencionaré las que he visitado.
En este Año de la Serpiente participé de la feria del Templo de Changdian, que lleva realizándose
más de 400 años. Desde sus inicios, Changdian ya superaba a las demás ferias en
atractivos y duración. De hecho, llegó a ser reconocida como la única feria
oficial durante la Fiesta
de la Primavera.
Este año también asistí al templo Tan Zhe Si, que está situado en las montañas del oeste de Beijing y tiene una historia de mil 700 años. Cuenta la leyenda que primero se construyó este templo budista y, tras él, Beijing. Incluso, Tan Zhe Si llegó a ser considerado como uno de los templos más importantes del país.
Los chinos acuden en familia a las ferias. Foto: Gabriela Becerra |
Este año en la
feria de Changdian hubo un parque de nieve
para que los pequeños se divirtieran
a lo grande.
Foto: Gabriela Becerra
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Este año también asistí al templo Tan Zhe Si, que está situado en las montañas del oeste de Beijing y tiene una historia de mil 700 años. Cuenta la leyenda que primero se construyó este templo budista y, tras él, Beijing. Incluso, Tan Zhe Si llegó a ser considerado como uno de los templos más importantes del país.
Una de las cosas que más me gustaron de este templo es que conserva su autenticidad y que los monjes budistas todavía realizan ceremonias religiosas.
Los devotos elevan sus oraciones para pedir sus deseos de Año Nuevo o agradecer las súplicas escuchadas. Foto: Gabriela Becerra |
Una chica toca una
tabla de madera con el
carácter chino que expresa felicidad.
Foto: Gabriela Becerra
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Este árbol tiene una
edad de más mil años
y es conocido como el “árbol del emperador”.
Foto: Gabriela Becerra
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La feria del Templo
Ditan fue la primera a la que asistí y me decepcionó un poco, quizá porque no
observé ningún elemento de la cultura tradicional china, sólo decenas de
puestos ambulantes que ofrecían productos ajenos a la festividad, juegos de
azar y destreza, y antojitos típicos. Además, estaba a reventar de gente porque
era el primer día del Año Nuevo.
Que esta feria me haya decepcionado
no significa que carezca de importancia. De hecho, es una de las más concurridas de Beijing
desde 1985. Para visitar esta feria recomiendo consultar antes la programación
de actividades culturales, ya que se presentan algunos espectáculos de artes
marciales, acrobacias, ópera de Beijing y danzas folclóricas.
La feria de Ditan es
una de las más concurridas de Beijing.
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Otro templo que visité
en mi primer año de estancia en Beijing fue el Templo Baiyunguan, que significa
“Templo de la Nube Blanca ”.
A diferencia del Templo Ditan esta feria me resultó muy atractiva, ya que es
la única que realmente se realiza dentro de un templo y puede ver cómo los
creyentes quemaban incienso, elevaban sus oraciones, tocaban el “mono de
piedra” y frotaban con las manos su animal zodiacal para atraer buena suerte.
Los visitantes tocan un
mono de piedra que se encuentra en una de
las paredes de la entrada del Templo
Baiyunguan para atraer la buena suerte.
Foto: Gabriela Becerra
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Para alejar las malas vibras, los creyentes también acarician su animal del zodiaco chino. Foto Gabriela Becerra |
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