A pesar de que he asistido por tercer año
consecutivo al cementerio de Babaoshan, ubicado en el oeste de Beijing, para
participar de la Fiesta
del Qingming, no dejo de sorprenderme por el gran parecido que guarda con el
Día de Muertos en México.
Cada año miles de chinos acuden a los
cementerios para agasajar a sus difuntos con arreglos florales y los platillos
y bebidas que les gustaban en vida.
Foto: Gabriela Becerra |
Los panteones dejan de lado su cotidiana soledad
y el color gris que los caracteriza para vestirse de colores y llenarse de
bullicio.
Esta conmemoración, también conocida como Día
de la Claridad Pura
o Día del Barrido de Tumbas, es una de las celebraciones con más tradición en
el gigante asiático desde hace 2 mil 500 años.
Desde temprana hora, el pueblo chino acude
a los cementerios para barrer, retirar la basura y embellecer el sitio donde
descansan los restos de sus seres queridos.
Foto: Gabriela Becerra |
Foto: Gabriela Becerra |
En su visita, algunos aprovechan para
retocar los caracteres chinos que, con el paso del tiempo, se despintaron de
las lápidas.
Foto: Gabriela Becerra |
Foto: Gabriela Becerra |
Muchas de las tumbas están decoradas con
motivos propios de la milenaria cultura china, como las esculturas de los leones
guardianes, que simbolizan protección.
Siempre se ponen en pareja: el macho, a
la derecha, descansa su garra en una esfera ornamental; y la hembra, a la
izquierda, juega con un felino cachorro.
Foto: Gabriela Becerra |
Aunque el Día de la Claridad Pura no
tiene ningún fundamento religioso, los chinos creen en la vida después de la
muerte y consideran que los vivos tienen la responsabilidad de proteger la
sepultura donde descansan sus ancestros.
Una de las costumbres más arraigadas es la
quema de billetes simbólicos, pues se piensa que con ese ritual la vida de sus antepasados en el otro mundo será más cómoda y, por qué no, más lujosa. Por
eso, en los últimos años se ha agregado la imagen en papel de autos, casas,
ordenadores portátiles y hasta iPhones.
Dependiendo de la región, en algunas casas
se cuelgan ramitas de sauce para ahuyentar a los malos espíritus, porque este
árbol es considerado como un símbolo de "luz y enemigo de la
oscuridad" en la cultura china. Además, las familias ponen altares con la fotografía del difunto y le ofrecen comida y flores.
Foto: Gabriela Becerra |
Apenas en 2008, el gobierno chino
convirtió la celebración en día festivo nacional, con el propósito de facilitar
a los familiares la visita a sus difuntos y rescatar la importancia de esta
tradición, especialmente entre las nuevas generaciones.
Anteriormente en China, los funerales
tenían gran importancia en la vida social. Incluso, había quienes destinaban
los ahorros de toda su vida para organizar una digna despedida a sus seres
amados.
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