Desde la primera visita que hizo el presidente
mexicano, Enrique Peña Nieto, a China como mandatario de Estado en abril pasado,
para participar en el Foro de Boao para Asia 2013, no solamente hubo química entre
él y su homólogo chino, Xi Jinping, sino también entre sus esposas.
La empatía entre las primeras damas no fue producto de
la casualidad, ambas tienen muchas cosas en común: sus familias son de origen humilde,
trabajaron desde jóvenes en el mundo del espectáculo, se casaron con hombres poderosos,
llegaron a ser más famosas y populares que sus maridos, lo que a su vez los benefició
políticamente, son guapas, carismáticas, se distinguen por su buen gusto para
vestir y gustan de las telenovelas.
Peng Liyuan, la Primera Dama de China, es una
cantante famosa en todo el país, una soprano que interpreta ritmos folclóricos
y patrióticos. Su carrera artística la comenzó a los 18 años, cuando se unió
como soprano al grupo de artistas del Ejército Popular de Liberación, el brazo
armado de China.
Foto tomada de Internet |
Sin embargo, Peng Liyuan debe su popularidad a la
televisión, igual que Angélica Rivera. En 1983, cuando tenía 23 años, Peng saltó
a la fama cuando cantó en un festival musical que se realizó para celebrar el
año nuevo chino que, por primera vez, fue televisado. Gracias a esa transmisión
a nivel nacional, China conoció a Peng.
Por cierto, aquel festival fue tan exitoso que cada
año se sigue realizando. Por supuesto, Peng participó en él durante 24 años, lo
que le ayudó a consolidar su carrera.
Foto tomada de Internet |
Hoy en día, ver la gala musical se ha convertido en una
tradición. Millones de familias chinas se sientan frente al televisor en la
víspera del año nuevo lunar para disfrutarla, mientras comen jiaozi (empanadas de trigo rellenos de
carne picada o verduras) y esperan la llegada del nuevo año.
Tanto Peng como Angélica Rivera eran figuras
consolidadas en el mundo del espectáculo cuando se casaron con los hoy
presidentes. Por eso, muchos pensamos que estos matrimonios son arreglados, una
excelente estrategia política para sumar seguidores, quienes más que simpatizar
con el candidato, su causa o discurso, simpatizan con estas mujeres a las que
han visto tantos años en televisión. No cabe duda que la pantalla chica es una
gran seductora.
Aún vivía en México cuando Televisa, la compañía de
medios de comunicación más grande del mundo de habla hispana, y donde Angélica
Rivera se formó como actriz, “creó” una telenovela entre Rivera y Peña Nieto
que tocó el corazón de miles de mexicanos. Muchos se enamoraron de esta “historia
de amor” construida por Televisa y depositaron su voto en favor del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), al cual pertenece el mandatario mexicano.
Estas historias de telenovela son las que encendieron la
chispa entre las primeras damas. No tengo la menor duda de que antes de conocer
a Angélica Rivera en persona, Peng Liyuan ya había visto varios de sus
protagónicos.
En 2010, por
ejemplo, en China se transmitió “Destilando amor”, una telenovela donde Rivera
tenía el sobrenombre de “Gaviota”. Se trataba de una mujer de origen humilde
que, gracias a su tesón, llegó a ocupar cargos importantes en una empresa productora
de tequila.
En China se
llamó 爱在酒乡, que se traduce como “Amor en la tierra
del vino”, (爱 amor 在 en 酒vino 乡 tierra), y
tuvo 80 capítulos.
Foto tomada de Internet |
Les comparto esta liga para que vean uno de los capítulos de "Destilando amor" doblados al chino mandarín.
Aunque las primeras damas tuvieron que alejarse del
mundo del espectáculo al casarse con un político, Peng Liyuan no pudo resistir
la tentación de visitar los foros de los estudios Televisa en su reciente visita
a México, donde se rodaron las telenovelas que seguramente también vio.
Foto tomada de Internet |
Sin embargo, considero que detrás de su visita se
escondía una segunda intención: conocer cómo el emporio Televisa ha logrado traspasar
las fronteras con sus telenovelas, colocando la imagen de México en el escenario
internacional.
Y es que, nos guste o no a los mexicanos, muchos
extranjeros conocen nuestro país gracias a ellas y hasta aprenden palabras en
español. Su influencia es más fuerte de lo que imaginamos, ya luego dedicaré
otra entrada para hablar de ello.
China será la segunda potencia económica, pero su soft power aún es muy débil. A
diferencia de Estados Unidos, que logró imponer su cultura en el mundo gracias
a la industria cinematográfica, las series televisivas, la música, las marcas
de prestigio y las empresas transnacionales, China no han logrado colocar una
marca con la que el mundo se sienta identificado, de ahí que le estén apostando
a las telenovelas chinas para dar a conocer su cultura.
Al menos a Latinoamérica ya se están exportando. Así
que no duden que en breve estarán viendo rostros chinos, de cuyos labios salgan
palabras dobladas al español mexicano.
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